Caso de estudio n°3: Azraq Basin-Zarqa

Contexto geográfico

El área de Azraq incluye ocho distritos: Azraq Sur; Azraq Norte; Omari; Ein Al Baida; zona de las Granjas Orientales; Um Al Mathayel; Degaileh; y la base de la fuerza aérea. Se estima que la población total del distrito de Azraq es de unos 18.000 habitantes. La cuenca de Azraq está situada en la parte nororiental del país y tiene una superficie de 12.710 km2.

Características naturales

La cuenca de Azraq es una zona semidesértica caracterizada por veranos cálidos y secos e inviernos bastante húmedos y fríos. La precipitación media anual oscila entre 50 mm/año en la zona del oasis de Azraq y 500 mm/año en la zona de Jabal Al Arab (Hidrología de la cuenca de Azraq).

La cuenca de Azraq consta de tres sistemas acuíferos conectados hidráulicamente en ciertas partes: sistemas acuíferos superiores, medios y profundos.  Los suelos están compuestos principalmente de piedra caliza o cubiertos por cantos rodados de basalto que resultaron de un cruce volcánico en el centro de Jabal Al Arab. La zona incluye el campamento de refugiados de Azraq, que tiene una densidad mucho mayor, y 31.605 refugiados a enero de 2016, lo que representa un aumento del 151% de la población en sólo un año. Un total del 56% de esos refugiados son niños.

La Cuenca de Azraq forma los mayores recursos de agua subterránea de buena calidad en el noreste de Jordania. El bombeo intensivo durante los últimos 20 años ha causado el descenso del nivel freático de la cuenca y, en consecuencia, el aumento de la salinidad del agua.

Debido a la prioridad que se da al suministro doméstico, la política del gobierno es ahora reducir el uso de las aguas subterráneas para la agricultura en las tierras altas. Las aguas subterráneas de la cuenca de Azraq son una fuente importante de agua potable para las ciudades de Ammán, Irbid y Zarqa, así como para la propia zona de Azraq.

A través de una serie de pozos, el gobierno extrae cada año unos 23 MCM de aguas subterráneas de la cuenca de Azraq con fines de consumo (WAJ, 2010).

La agricultura de regadío es la principal consumidora de agua en la cuenca, con un volumen de extracción estimado de 28 MCM de agua por año, casi el equivalente al rendimiento seguro de la cuenca (24 MCM por año).

Principales retos

Las medidas destinadas a vigilar la extracción de aguas subterráneas y a reducir la extracción excesiva a finales del decenio de 1990, y más tarde con el Reglamento de 2002 que introdujo cambios drásticos, siguieron siendo en gran medida ineficaces debido a la escasa vigilancia de la utilización real sobre el terreno. La mala gestión del uso de las aguas subterráneas tanto por parte del gobierno, por su falta de control, como por parte de los usuarios privados, que seguían realizando perforaciones ilegales, causó un continuo deterioro de la calidad y la cantidad del agua. Las capas freáticas cayeron 25 metros en promedio durante los últimos 28 años. En algunos acuíferos, la extracción es casi tres veces superior al rendimiento seguro estimado. Sin embargo, en los últimos 4 ó 5 años, el gobierno ha demostrado una resolución y una voluntad política sin precedentes para hacer cumplir los reglamentos existentes, pero también ha aprobado nuevos reglamentos estrictos, en particular en lo que respecta al control de los pozos ilegales. Otros desafíos incluyen: Introducir nuevos cultivos, reutilizar el agua tratada y mejorar la eficiencia del uso del agua en las explotaciones agrícolas.

Sector agrícola

La expansión de las tierras agrícolas continuó en el decenio de 1990 con la introducción de nuevas pautas de cultivo en Azraq, por ejemplo, las uvas y las granadas, más tarde a principios del decenio de 2000, diversificándose más allá de los olivos. Más recientemente, los agricultores han intentado cultivar alfalfa debido a su alto rendimiento y sus elevados ingresos, a pesar de su gran consumo de agua. Durante el trabajo de campo realizado entre 2013 y 2014 se descubrió que el cultivo de alfalfa en la zona de Azraq depende principalmente de pozos ilegales, o de pozos sin contador, de manera que los agricultores pueden evitar el pago de tasas de consumo de agua. La tendencia al aumento de la extracción de aguas subterráneas se redujo a mediados del decenio de 2000 debido al descenso de los niveles de la capa freática, la disminución de la productividad de los pozos y el aumento de la salinidad del agua.

En consecuencia, se abandonaron varias explotaciones agrícolas, especialmente en la zona sur de Azraq, que está sustentada por un acuífero salino. No obstante, la expansión agrícola continuó en la zona agrícola del norte y el este de Azraq con la introducción de nuevos cultivos como la alfalfa. Según el Ministerio de Agricultura, la superficie de tierras cultivadas aumentó entre 2005 y 2011 de 61.195 dunum a 114.325 dunum. La agricultura en Mafraq está situada en la zona norte de Badia, donde el cultivo se concentra principalmente en árboles frutales de hueso y hortalizas. Según un análisis del «Índice de diferencia normalizada de vegetación» del NDVI en la cuenca, estas actividades se producen principalmente en el noreste de la ciudad.

Otros

A raíz del aumento de la agricultura que ha provocado problemas ambientales en el humedal, la cuenca de Azraq ha sido una esfera de actividad que ha atraído varias iniciativas internacionales. La reserva del humedal de Azraq desempeña una importante función social y económica para la comunidad local, ya que constituye una fuente permanente de ingresos para 40 personas empleadas por el parque. Los datos de la teleobservación y las técnicas geoespaciales son buenas fuentes e instrumentos para proporcionar los datos necesarios para la gestión de los escasos recursos hídricos de las tierras secas, ya que la información proporcionada mediante la teleobservación y las técnicas geoespaciales puede aportar soluciones que optimicen las pautas de cultivo y el uso del agua. Sin embargo, el desafío pendiente será la creación de la capacidad necesaria para adoptar y aplicar esas técnicas. Una vez que se logre este objetivo, se espera que las técnicas de teleobservación y geoespaciales den un paso más hacia el desarrollo de sistemas de contabilidad del agua para las diferentes cuencas de Jordania.